Las consultas con un vidente sin cartas ni preguntas

Un vidente sin cartas ni preguntas es una persona que tiene la capacidad de percibir información oculta o futura mediante la intuición, la clarividencia o el tarot. Al no tener gabinete, esta profesional trabaja de forma independiente y bajo sus propias condicionales.

¿Qué es la clarividencia?

Es la facultad paranormal de percibir cosas no perceptibles por el ojo humano, que es lo que se conoce de forma común como la intuición. También tiene la capacidad de adivinar los hechos futuros o que ocurren en otros lugares.

La persona que tiene el don de la clarividencia se llama vidente. Y esta vidente puede utilizar diferentes medios para ejercer su don: la visión de imágenes, símbolos, números, escuchar voces o sonidos, etc. Cada una se especializa en su propio medio, según sea más conveniente para ella.

Por otro lado, algunas también utilizan objetos como las cartas del tarot y la bola de cristal para potenciar sus dones o hacerlos más visibles para el consultante. De esta forma, le puede mostrar al otro de forma más clara lo que sucede, pero no es necesario en todos los casos.

Por su parte, una vidente sin cartas ni preguntas suele tener el don más poderoso. No requiere de ninguna herramienta externa para manifestarse ni de ningún tipo de contacto previo que altere la percepción del consultante. Así es cómo se ha convertido en uno de los tipos de videntes más consultadas.

La consulta con un vidente sin cartas ni preguntas

Este tipo de vidente basa su don únicamente en la intuición, así que no existe ningún factor externo que pueda alterar lo que percibe o influya en el pensamiento de quien la consulta. Hoy en día es una de las consultas más codiciadas porque se considera la más transparente y precisa.

La profesional solo requiere ver el rostro o escuchar la voz de la persona. Esto será suficiente para activar su don y percibir los eventos pasados y futuros que necesita saber el consultante y comunicárselos. Es un método preciso y rápido.

No hace preguntas innecesarias ni pide datos personales. Este tipo de interacción podría influir de alguna forma el juicio del consultante. Si bien la clarividencia es capaz de ver lo que va a suceder, sigue respetando y aceptando el libre albedrío de cada uno. Interferir de alguna manera con las decisiones de la otra parte sería contraproducente.

Un vidente sin cartas ni preguntas es un aliado que puede ayudarte a mejorar tu vida y a alcanzar tus sueños, siempre que tomes las decisiones correctas para cumplirlos. Si bien no es un manual de instrucciones, te dará pistas que debes seguir para lograr tus objetivos.